El ácido hialurónico es una sustancia presente de forma natural en el cuerpo humano, fundamentalmente en los ojos y en las articulaciones. La membrana sinovial de las articulaciones es la encargada de sintetizarlo y secretarlo de forma continua en el interior de la cavidad articular.
Este componente del líquido sinovial le que otorga su viscosidad y elasticidad características, lo que aporta lubrificación y amortiguación a las articulaciones.
La literatura médica demuestra que la administración intraarticular de ácido hialurónico puede ayudar a restablecer las propiedades viscoelásticas del líquido sinovial, pudiendo con ello aliviar el dolor y mejorar de la movilidad y biomecánica articular.
El líquido sinovial
La articulación de la rodilla, como todas las articulaciones sinoviales está contenida en una cápsula que se llama cápsula sinovial, la cual ofrece apoyo y aislamiento a los huesos y produce un líquido viscoso llamado líquido sinovial.
El ácido hialurónico es un componente importante del líquido sinovial. Es un factor determinante en la elasticidad del cartílago ya que su propiedad hidrofílica, permite la deformación controlada del cartílago cuando se le aplica una carga a la articulación. Este distribuye la carga que debe ser soportada sobre un área más extensa.
El ácido hialurónico se va regenerando a diario en las células pero con el paso de los años su porcentaje se va reduciendo (a los 50 años de edad apenas permanece el 50% de su cantidad en etapas jóvenes) lo que ocasiona problemas en articulaciones como la osteoartritis
Las funciones fisiológicas más importantes del ácido hialurónico en las articulaciones son:
• Lubricación
• Absorción de impactos
• Minimizar la fricción, permitiendo movimientos de alta velocidad.
El ácido hialurónico va dirigido al paciente que
• Padece dolor o rigidez en la rodilla
• El médico le ha diagnosticado una enfermedad que se llama osteoartritis, como vulgarmente se dice ‘desgaste de rodilla’
¿Qué es la osteoartritis?
La osteoartritis es un trastorno crónico, doloroso y altamente debilitante que afecta a la población de mediana y avanzada edad.
La osteoartritis se puede llamar como vulgarmente decimos desgaste.
Se trata de una enfermedad degenerativa caracterizada por la ruptura bioquímica del cartílago de las articulaciones sinoviales, aumentando su prevalencia e incidencia con la edad.
Se caracteriza por una pérdida gradual de la superficie articular, particularmente en las articulaciones que soportan peso, tales como la rodilla y la cadera.
En casos de osteoartritis grave, el cartílago puede llegar a ser tan fino que no cubre el extremo de hueso, produciendo lesiones en el hueso.
La renovación de ácido hialurónico y su síntesis cambia con la edad y enfermedad. En la osteoartritis hay una reducción en el tiempo de renovación debido a un incremento en la destrucción de ácido hialurónico comparado con la producción. También hay un cambio en la calidad y cantidad de ácido hialurónico en la articulación.
¿Qué causa la osteoartritis en la rodilla?
La causa verdadera no se conoce. Sin embargo, hay muchos factores que pueden contribuir a desarrollar la enfermedad. Para algunas personas los genes o el historial familiar pueden afectar al riesgo de desarrollar la enfermedad. Para otros, el dolor de la osteoartritis de rodilla puede originarse por el sobrepeso o por lesiones sufridas por accidente. A veces, las personas con lesiones deportivas o con un estilo de vida muy activo, también pueden desarrollar osteoartritis.
¿Cuáles son los síntomas de la osteoartritis?
Uno de los síntomas más tempranos suele ser el dolor al moverse, estando de pie o sentado. Mucha gente que padece osteoartritis se da cuenta que el dolor empeora con el ejercicio, pero desaparece con el descanso. Con el paso del tiempo, la rodilla se vuelve cada vez menos y menos flexible. Otros síntomas comunes son rigidez, inflamación y enrojecimiento. Algunas personas que padecen osteoartritis experimentan una sensación de roce en la rodilla a la hora a de moverse. Estos síntomas son a menudo frecuentes y dolorosos, no obstante, se pueden sobrellevar.
Reacciones adversas del ácido hialurónico:
Ocasionalmente se puede producir hinchazón, sensación de calor y enrojecimiento en el lugar de la inyección relacionado con la punción, generalmente autolimitados.
Muy rara vez se han descrito inflamatorias más marcadas o artritis bacteriana si no se respetan estrictamente las precauciones generales para las inyecciones o si el punto de inyección no es aséptico.
En nuestro centro, utilizamos la ecografía como método de imagen médica para guiar la punción, con lo que se minimiza la posibilidad de punciones en tejidos no deseados y otras complicaciones y, a su vez, aumenta la efectividad dado que se consigue al entrada de la totalidad del material inyectado dentro de la cavidad articular.
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