Drenajes percutáneos de colecciones
Las colecciones de líquido pueden producirse en cualquier parte del cuerpo y son especialmente frecuentes en el área de músculoesquelético. Las más habituales son las colecciones de líquido articular, sobre todo en la rodilla (derrame articular, quistes de Baker), colecciones hemáticas por roturas musculares (gemelos – tennis leg, cuádriceps…) o incluso abscesos por contigüidad en infecciones superficiales.
Estas colecciones pueden causar una sintomatología dolorosa por sí mismas, así como producir complicaciones compresivas con afectación de estructuras vecinas como los vasos arteriales y venosos, compresiones neurales, etc… La aparición de colecciones retrasa los plazos de recuperación de las lesiones y si permanecen mucho tiempo pueden llegar a infectarse produciendo un absceso, que es una de las complicaciones más graves que pueden ocurrir. Por ello es altamente recomendable su drenaje precoz, dado que, de retrasarse en el tiempo, es más probable que la colección adquiera complejidad, con coagulación y organización del contenido, aparición de tabiques y engrosamientos parietales y otras circunstancias que cronifiquen el proceso y dificulten aún más el tratamiento de la lesión.
El drenaje de las colecciones es un procedimiento relativamente sencillo para el personal entrenado y mucho más si se realizan con control ecográfico, que nos permite visualizar en directo el vaciado del contenido y evitar la punción accidental de estructuras no deseadas. Asimismo, en ocasiones este mismo abordaje facilita la introducción de sustancias según las necesidades (antiinflamatorios, anticoagulantes, esclerosantes…) por una única punción.