Paciente de 19 años, nos cuenta que hace aproximadamente unas 3 semanas tiene dolor en la ingle después de jugar un partido de fútbol, durante el partido no notó pinchazo, chasquido ni nada que le llamara la atención, pero que luego no podía caminar del dolor que tenía. Tras varias intentonas de volver a jugar durante este periodo, una noche refiere un dolor muy intenso, que no puede aguantar y acuden a urgencias del hospital… le diagnosticaron un desgarro y le pautaron tratamiento antiinflamatorio… En un primer momento acudió a un fisio de su pueblo y tras dos sesiones decide venir a vernos, ya que nota que no mejora.
Tras una exploración fisioterápica y ecográfica, vemos dentro del músculo adductor mayor una zona encapsulada y de un color que nos pone en alerta … además de la presencia de múltiples y grandes ganglios linfáticos (doble alerta) por lo que decidimos no tocarlo.
En nuestro centro disponemos de servicio de Radiología Intevencionista por lo que tras consulta con el facultativo (Dr. Alex Magán), se decide drenaje percutáneo ecoguiado. Con aguja teflonada 18G bajo control ecográfico continuo se extrae material purulento, por lo que al confirmarse que se trata de un absceso, se decide colocación de catéter de drenaje 8F con sistema de autorretención pigtail en el interior de la colección.
Se remite al paciente a centro hospitalario de referencia y se le entrega el contenido aspirado para poder realizar cultivo y antibiograma.
Días después, tras estar hospitalizado, el paciente nos llama muy agradecido, ya que su vida se había puesto en peligro.
Moraleja: Es importante antes de tocar, saber lo que estamos tocando, ya que en ocasiones, existen problemas de salud que se pueden confundir con dolencias musculares, y es ahi, donde hay que abrir bien los ojos, realizar un diagnóstico lo más preciso posible y rodearse de un buen equipo y sobretodo no meter la mano sin tener la seguridad de lo que estamos haciendo.
En este caso, vimos al paciente a tiempo y por suerte, no hubo más complicaciones.
